A través del juego, los niños/as desarrollan diferentes áreas como el lenguaje, motricidad, imaginación, socialización, pensamiento, etc.

Existen diferentes etapas y tipos de juego.

Entre los 0-2 años realizan un juego exploratorio desde lo sensorial y motriz. Durante el mismo, se adquieren habilidades prelingüísticas que permiten al niño/a comunicarse a través del llanto, la risa, vocalizaciones, balbuceo, hasta llegar a las primeras palabras. Comienzan a conocer y comprender el mundo que los rodea. Durante el juego con otros, se ponen en juego habilidades comunicativas que comienzan a desarrollarse a muy temprana edad como el contacto visual, la sonrisa social, las protoconversaciones, la atención conjunta, la imitación, los gestos, etc.

Entre 2-7 años comienza el desarrollo del juego simbólico, que consiste en simular situaciones, objetos y personajes que no están presentes en el momento del juego. En esta etapa, el lenguaje y el pensamiento se van complejizando.

Y por último, el juego reglado, durante el cual, se ponen en juego habilidades pragmáticas. Enseñan a los niños/as a ganar y perder, a respetar turnos y normas y a considerar las opiniones y acciones de los compañeros de juego. 

Como padres o cuidadores, podemos estimular el lenguaje de los niños/as compartiendo momentos diarios de juego con ellos. Actualmente convivimos en un mundo de pantallas y falta de tiempo, pero es sumamente necesario que tomemos conciencia que ellas no reemplazan nuestra presencia ni calidad de JUEGO.

Manzanares Dolores

Lic. en Fonoaudiología; Orientación Neurolingüística; Esp. en comunicación y lenguaje; Esp. en sistemas de comunicación aumentativos y alternativos.